Tiempo de reflexión

Detiene por un momento esa loca carrera estresante del día a día. Siéntate sobre una roca junto al mar. Cierra tus ojos, respira profundo y vislumbra en el horizonte marino los reflejos de tu corazón. Verás escritas en el cielo de tu mundo interior, un arco iris de preguntas: ¿Lo he hecho bien hasta ahora? ¿Hacia dónde voy? ¿Es el rumbo correcto el que lleva mi vuelo?

Deja volar tus pensamientos libremente, escucha a la voz de tu consciencia, a tu corazón. Y sentirás que la brisa marina te hablará de inquietudes y mañanas inciertos, el rumor de las olas …de malos ratos y momentos de enfados, el graznido de gaviota…de alguna actitud indiferente y gritos innecesarios, la caracola al oído … de tu esencia perdida en esa vorágine materialista que lleva a un consumismo sin sentido.
Ponle alas a tus sueños, vuela libre y alto como esta gaviota. Para que los vientos de adversidad te ayuden a templar tu carácter y desarrollen al máximo tu potencial. 
Tal vez descubramos, que para hacer realidad un sueño, solamente tendríamos que cambiar de rumbo el vuelo!  (Fransel)