jueves, 21 de noviembre de 2013

Arrimados a la chimenea





Hay tardes de otoño que sugieren  quedarse en casa. Que invitan  a un chocolate caliente, arrimarse a la chimenea, a leer un buen libro o simplemente a cerrar los ojos y soñar. Como por ejemplo…  soñar que descansas entre mis brazos.  (Fransel)

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