Cuando los hijos crecen a la sombra de un árbol frondoso, por lo
general sus semillas no llegan a un desarrollo integral completo debido a
la falta de sol. La sobreprotección puede producir anomalías graves en su
conducta durante el crecimiento, cosa que reflejaran como adultos, tal vez,
en un oscuro comportamiento.
Cuando la vida nos ha sido fácil, puede suceder que solo nos
acostumbremos a estirar la mano, a exigir esto y aquello sin hacer meritos por
nosotros mismos para lograr nuestros propósitos.
El egoísmo y la ingratitud son malezas de sombra, mientras que la
sencillez y la humidad son flores que necesitan del sol. Ese sol del esfuerzo
diario, que incentiva a luchar por lo que uno quiere y desea. Ese sol que
durante nuestro camino a nuestras metas nos educa y desarrolla. Ese sol que nos
lleva a ser seres de bien, con el fin de hacer de este mundo, un mejor lugar
para vivir. (Fransel)
Fløyen - Bergen -Noruega
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