jueves, 21 de noviembre de 2013

A la sombra de la sobreprotección





Cuando los hijos crecen a la sombra de un árbol frondoso, por lo general sus semillas no llegan a un  desarrollo integral completo debido a la falta de sol. La sobreprotección puede producir anomalías graves en su conducta durante el crecimiento, cosa que reflejaran como adultos, tal vez,  en un oscuro comportamiento.
Cuando la vida nos ha sido fácil, puede suceder que solo nos acostumbremos a estirar la mano, a exigir esto y aquello sin hacer meritos por nosotros mismos para lograr nuestros propósitos.
El egoísmo y la ingratitud son malezas de sombra, mientras que la sencillez y la humidad son flores que necesitan del sol. Ese sol del esfuerzo diario, que incentiva a luchar por lo que uno quiere y desea. Ese sol que durante nuestro camino a nuestras metas nos educa y desarrolla. Ese sol que nos lleva a ser seres de bien, con el fin de hacer de este mundo, un mejor lugar para vivir.  (Fransel)

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