En la
soledad huraña de mi aposento, esperando escondido entre telarañas de olvido, acecho paciente a que
pases por mi vereda, para atraparte entre mis brazos ninfa esquiva. Para
saborearte a besos y recorrer contigo al hombro las verticales paredes de este
cuarto.
Tal vez
tenga la gran suerte de llegar al cielo y así, recuperar el resplandor perdido
de mi buena estrella, para dar lumbre a los senderos de espanto, por donde
camina mi corazón herido, desde que se fue esa, esa a la que quise tanto. (Fransel)
Foto de un dia nublado en la playa - Orihuela de la costa -España
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