Coquimbo, es cosa de piratas

Coquimbo es cosa de piratas, un puerto alegre de atardeceres misteriosamente románticos. Es, especialmente en aquel momento cuando el sol empieza a ocultarse en el horizonte marino, cuando sombras místicas y apasionadas se apoderan de los corazones aventureros buscadores de tesoros. De aquellos que con antiguos y arrugados mapas, sentados en la barra de algún Pub de la bahía, trazan nuevas rutas de búsqueda, rutas salidas desde bocas sedientas de vino y ron, de narraciones que han pasado de generación en generación.

Algunos perseverantes aventureros; doblones de oro y plata, entre cuevas y bajo rocas pampilleras, han encontrado; pero entre ellos… todo es como siempre… nunca nada de lo que se ha hallado, jamás algo se ha contado. Es como un mundo de piratas… un mundo intransigente, enigmáticamente peligroso y callado.  (Fransel )