Luchar por algo
que nos haga sentir bien, realizarnos como persona y que a la vez nos lleve a
ser más humano, pudiendo además vivir de ello; eso debe de ser algo fabuloso, algo
realmente grandioso.
Cuantas veces en
la vida nos hemos propuesto metas, propósitos, hemos tenido sueños, pero tan
solo a medio camino se ha llegado, o quizá ni siquiera a empezar se habrá alcanzado.
Tenemos miles de
razones para buscar en nuestra mente y corazón, un buen argumento, las causas precisas
que justifiquen tan tremendo error; porque
tenemos la humana tendencia de engañarnos a nosotros mismos.
Como por ejemplo…
las dudas que destrozan la confianza que en uno se tiene, dudas que como vertientes
de desechos tóxicos, corroyeron nuestro espíritu emprendedor, causando grietas
sobre el blanco lienzo, donde nuestras penas y alegrías multicolores solíamos
pintar, transformando en trivialidades cotidianas la inspiración divina que brilla
en nuestros cielos.
Cuantas veces
voces celosas, saliente de bocas envidiosas, nos hicieron perder el rumbo ya trazado.
Creyendo más en ellas e ignorando la verdadera, la naciente en nuestro corazón.
Cuantas veces la
inseguridad vestida con prendas de desesperanzas para subsistir, dominó
nuestros débiles pensamientos; también esas lluvias de consejos mal orientados,
que terminaron por inundar nuestro productivo campo soñado.
No se puede
dejar de lado a la mala suerte también, esa que siempre nos hizo malas jugadas,
nos pago mal en el momento preciso y oportuno, de lo contrario nuestra vida ahora
sería diferente.
¡Pues no! Si al
talento con que Dios nos ha equipado, se le hubiera agregado una pizca de disciplina,
un cachito de perseverancia, constante amor; si en nosotros más que nadie hubiéramos
creído, tenido fe en nuestro andado camino…hoy hubiera sido distinto nuestro
destino.
¡Pero para de
nuevo comenzar, empezar a pintar, escribir,
componer, hacer público un sentimiento nunca es tarde, pero no olvidar que esto…
no es cosa para cobardes! (Fransel)
La foto es para indicar que nuestros sueños, nuestras proyecciones a futuro, metas y propositos... toda esa gama colorida de superación, está en nuestras manos.
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