martes, 4 de febrero de 2014

Te conozco bien




Si tan solo supieras que te intuyo cuando me estas pensando, que reconozco tu voz entre trino y llanto; que siento el deseo de tus labios, cuando con los ojos cerrados desde tu aposento, en el viento que me estas besando.

Sin tan solo supieras que abres las ventanas de mi alma, con los primeros rayos de sol naciente, y tú mirada amarrada a la mía percibo, entre madre selvas trepadoras y la yerba santa que reverdece, con cada recuerdo amado.

Si tan solo supieras que sé cuando me extrañas, y te imagino escribiendo versos en tu libreta diaria, esos que me obligas a leer cuando a casa llego,  mientras me preparas una aromado café con sabor a poema.

Si tan solo supieras como me hubiera dolido el alma, si al pasar por la tienda del hotel, algún magneto para la nevera no te hubiera comprado. Sí de alguna de esas pequeñas cosas que tanto amas, me hubiera olvidado.

Si tan solo supieras que adivino tus sentimientos, cuando preocupada te enteras, que habrá mal tiempo y entre cajoneras buscas, alguna bufanda olvidada por mí, para calmar tus adentros.                                                                                                   
Te conozco tan bien… que tu también te imaginas y sientes…
¡Esos momentos cuando lejos de ti en mi aposento, te intuyo, extraño y siento!  (Fransel)

Infiel



domingo, 2 de febrero de 2014

No es cosa para cobardes






Luchar por algo que nos haga sentir bien, realizarnos como persona y que a la vez nos lleve a ser más humano, pudiendo además vivir de ello; eso debe de ser algo fabuloso, algo realmente grandioso.

Cuantas veces en la vida nos hemos propuesto metas, propósitos, hemos tenido sueños, pero tan solo a medio camino se ha llegado, o quizá ni siquiera a empezar se habrá alcanzado.

Tenemos miles de razones para buscar en nuestra mente y corazón, un buen argumento, las causas precisas que justifiquen  tan tremendo error; porque tenemos la humana tendencia de engañarnos a nosotros mismos.

Como por ejemplo… las dudas que destrozan la confianza que en uno se tiene, dudas que como vertientes de desechos tóxicos, corroyeron nuestro espíritu emprendedor, causando grietas sobre el blanco lienzo, donde nuestras penas y alegrías multicolores solíamos pintar, transformando en trivialidades cotidianas la inspiración divina que brilla en nuestros cielos.
Cuantas veces voces celosas, saliente de bocas envidiosas, nos hicieron perder el rumbo ya trazado. Creyendo más en ellas e ignorando la verdadera, la naciente en nuestro corazón.
Cuantas veces la inseguridad vestida con prendas de desesperanzas para subsistir, dominó nuestros débiles pensamientos; también esas lluvias de consejos mal orientados, que terminaron por inundar nuestro productivo  campo soñado.
No se puede dejar de lado a la mala suerte también, esa que siempre nos hizo malas jugadas, nos pago mal en el momento preciso y oportuno, de lo contrario nuestra vida ahora sería diferente.

¡Pues no! Si al talento con que Dios nos ha equipado, se le hubiera agregado una pizca de disciplina, un cachito de perseverancia, constante amor; si en nosotros más que nadie hubiéramos creído, tenido fe en nuestro andado camino…hoy hubiera sido distinto nuestro destino.

¡Pero para de nuevo comenzar, empezar  a pintar, escribir, componer, hacer público un sentimiento nunca es tarde, pero no olvidar que esto… no es cosa para cobardes!  (Fransel)

sábado, 1 de febrero de 2014

Ya no será lo mismo




Ya nada será igual que antes, nada será lo mismo. La noche estrellada apesadumbrada dormirá en silencio, al no ver destellando su reflejo, desde el fondo de tus ojos profundos. El viento confuso y desorientado, vagará sin rumbo por los azules cielos, al no sentir ese aroma a besos cálidos que desprendían tus labios.
Será casi imposible desacostumbrarse a tu canto mañanero, al sabor y el cariño con que preparabas tus condimentadas comidas, a esa sublime feminidad tan tuya, como cuando sonreías mientras te pillabas el pelo.
No, ya nada será igual, igual que antes. Las olas marinas golpe a golpe vociferarán tu ausencia a orillas de playa y  cubrirán lentamente de alba espuma, tus huellas no caminadas. La mañana traviesa que pintaba de sol tu ventana, se vestirá de grises nubes al no ver más, tu silueta entre dormida sobre la cama; mientras  inquietas sombras de golondrinas, tristes volarán en busca de migajas no esparcidas.
Es y serás difícil de olvidar. Olvidarse por ejemplo, de momentos cuando abrazados, nos sorprendía impune la noche y teníamos el mismo sueño, cuando adivinabas mis pensamientos con tus rosadas flores  apuntando hacia el aposento. Cuando reíamos como niño, después de tontas peleas sin sentido. Es difícil volver a soñar y contener en el alma tanto llanto, cuando a otros cielos ha partido, a quien se ha querido tanto.